viernes, 29 de julio de 2011

INDEPENDENCIA DEL PERÚ


Por Coronel Héctor José Corredor Cuervo


Fue en un veintiocho de julio

que el general San Martín

proclamó la independencia

del Gran Estado Peruano

que sufría intransigencia

de un virreinato tirano.


En ese día inició

"Congreso constituyente"

de una gran revolución

contra el tirano invasor

que conquistó la región

con huracán de terror.


La revuelta comenzó

con la captura del Inca

que Atahualpa se llamaba

y quien fue el gran soberano

de comarca que mandaba

en el suelo americano.


Los Incas siempre lucharon

por reconquistar su imperio

y en los combates murieron

sus jefes más importantes

porque jamás permitieron

tratos crueles y humillantes .


La tierra quedó anegada

con la sangre de los Incas

que fueron ejecutados

como Tupac Amarú

quien pereció ahorcado

en la tierra del Perú.


Por las reformas Borbónicas

que aumentaban los impuestos

se generó el descontento

en todo el pueblo peruano

el cual lucho con talento

contra el yugo inhumano.


Después de guerrear tres siglos

diferentes movimientos,

los patriotas liberales

hicieron la insurrección

y surgieron generales

con ideales de unión.


Con el triunfo en Boyacá

de un ejercito patriota

se vio la necesidad

de consolidar la unión

para obtener libertad

y formar la gran nación.


Con la batalla de Junín

y después la de Ayacucho

los soldados de la unión

lograron la independencia

bajo el sol de la razón

y sin real dependencia.


Hoy en los cielos se escucha

el clamor de aquellas almas

que pelearon con valor

con armas de integración

en los campos del honor

para hacer la gran nación.


¡Unión! ¡unión! es el grito

de las almas de patriotas

que quieren la salvación

con los sueños de hermandad

y sin globalización

que ahoga la libertad.

lunes, 21 de marzo de 2011

HIMNO HISPANOAMERICANO


HIMNO HISPANOAMERICANO

Por Héctor José Corredor Cuervo

Coro

¡Cantemos, hispanos! ¡Cantemos unidos!

lancemos al viento notas de amistad,

para que terminen guerras sin sentido

y brille en el mundo paz con libertad.

I

No importa que cielo nublado parezca,

que puncen espinas en el corazón,

si existen hispanos que con entereza

defienden la lengua y alcanzan la unión.

II

Tratemos que vaya nuestro castellano

por toda la Tierra como gran ciclón;

que se oigan tambores, guitarras y pianos

con cantos alegres de un acordeón.

III

Hagamos que brille la luz de esperanza,

que llueva concordia en gotas de amor,

para que en el suelo germine confianza

y crezcan los niños sin ningún temor.

IV

En tierra anegada de fobia y violencia,

reguemos semillas con fe y con pasión,

surquemos caminos con inteligencia

para que renazcan pasos de ilusión

.

lunes, 28 de febrero de 2011

LOS MINEROS DE ATACAMA




Por coronel Héctor José Corredor Cuervo


Atrapados por las redes de la muerte

entre las sombras de tedio y desconfianza

treinta y tres hombres pegados de la suerte

soñaban con la lumbre de la esperanza.


Con el socorro del Todo Poderoso

se taladró la roca del pesimismo

que impedía escuchar el grito angustioso

que salía sin aliento del abismo.


El llamado se escuchó en el Universo,

de los mineros que clamaban auxilio,

llegando a conmover hasta el perverso

que ve morir al hermano en el exilio.


A las entrañas de oscuro socavón

donde mostraba la parca crueles garras

llegó el coraje de la sin par nación

que altiva porta valentía de marras.


Hoy, uno por uno a renacer ha vuelto,

en una cuna de gran tecnología,

para mostrar al orbe el pueblo resuelto

que quiere la integración y la armonía.


Al regreso de su noche en desventura

el amor por Dios volvieron a mostrar

recordando que un humano es la criatura

que de tinieblas se puede rescatar.


Recuperados de sombras del olvido

un gran mensaje se posa en nuestra mente:

"Un pueblo por los rencores dividido

jamás podrá salir del hoyo felizmente".


13 de octubre de 2010. Homenaje al gobierno por el esfuerzo realizado, al pueblo Chileno por el nacionalismo demostrado y a los valientes mineros de Atacama por su entereza para asumir el riesgo durante setenta días bajo tierra.