Por Coronel Héctor José Corredor Cuervo
Fue en un veintiocho de julio
que el general San Martín
proclamó la independencia
del Gran Estado Peruano
que sufría intransigencia
de un virreinato tirano.
En ese día inició
"Congreso constituyente"
de una gran revolución
contra el tirano invasor
que conquistó la región
con huracán de terror.
La revuelta comenzó
con la captura del Inca
que Atahualpa se llamaba
y quien fue el gran soberano
de comarca que mandaba
en el suelo americano.
Los Incas siempre lucharon
por reconquistar su imperio
y en los combates murieron
sus jefes más importantes
porque jamás permitieron
tratos crueles y humillantes .
La tierra quedó anegada
con la sangre de los Incas
que fueron ejecutados
como Tupac Amarú
quien pereció ahorcado
en la tierra del Perú.
Por las reformas Borbónicas
que aumentaban los impuestos
se generó el descontento
en todo el pueblo peruano
el cual lucho con talento
contra el yugo inhumano.
Después de guerrear tres siglos
diferentes movimientos,
los patriotas liberales
hicieron la insurrección
y surgieron generales
con ideales de unión.
Con el triunfo en Boyacá
de un ejercito patriota
se vio la necesidad
de consolidar la unión
para obtener libertad
y formar la gran nación.
Con la batalla de Junín
y después la de Ayacucho
los soldados de la unión
lograron la independencia
bajo el sol de la razón
y sin real dependencia.
Hoy en los cielos se escucha
el clamor de aquellas almas
que pelearon con valor
con armas de integración
en los campos del honor
para hacer la gran nación.
¡Unión! ¡unión! es el grito
de las almas de patriotas
que quieren la salvación
con los sueños de hermandad
y sin globalización
que ahoga la libertad.